Hace un par de días comenzamos a introducir el carnaval en la escuela. Cada día intentamos ofrecer a los peques experiencias que les ayuden a incorporar nuevos conocimientos, aprendizajes y sensaciones, y por supuesto, el carnaval no ha sido una excepción.
Ayer, por ejemplo, vaciamos toda un aula, y cuando los niños accedieron a ella, se encontraron el suelo cubierto de confeti. Nos pareció buena idea presentar esta experiencia colocando 5-6 platitos y 5-6 cucharas en el centro del aula. Los niños comenzaron la sesión con esa sonrisa, ilusión y ganas de interactuar con el ambiente que los caracteriza siempre.
Algunos se lanzaron a hacer transvases de confeti, mientras otros preferían rodar como croquetas o llenarse los bolsillos, capuchas, cabezas., etc. de confeti. Otros niños lo lanzaban al aire y se maravillan con su caída.
A un niño se le ocurrió soplar, y se dio cuenta de lo que pasaba si soplas un montón de confeti en el suelo, y sin darnos cuenta allí que nos encontramos todos soplando el confeti como si no hubiera un mañana 🙂
Finalizamos la sesión probando qué pasaría si apagábamos la luz. En la escuela trabajamos mucho con la luz, y los peques están habituados a querer probar cosas con ella. De manera que…¡apagamos las luces y encendimos la luz negra! y ¿cuál fue nuestra sorpresa?…¡parecía que teníamos el suelo lleno de nieve!,¡qué bonito!
Como podréis imaginar, la sesión duró un buen rato más de lo esperado 🙂
Hoy también hemos preparado una propuesta de exploración libre que les ha encantado. Esta vez hemos preparado el aula con multitud de complementos, telas, plumas, gorros, collares… Y una vez más, sin premisas, los peques han ido probando, tocando, y poniéndose cada complemento como han considerado. Se han probado los gorros, los complementos para el pelo, se han colocado las telas a su manera, puesto máscaras de maneras inimaginables, tocado diferentes texturas…
Estas dos sesiones han sido estupendas y con ellas los niños han trabajado aspectos como motricidad fina y gruesa, discriminación visual de colores y texturas, estimulación del tacto o de la vista, el soplo, la coordinación oculo-manual, y la coordinación y control de su cuerpo y movimientos, así como la imaginación y la creatividad.
Y todo esto de una forma lúdica y a través del movimiento y la acción del niño sobre el ambiente, siendo los peques , como siempre, los verdaderos protagonistas del proceso de aprendizaje.