Hacía ya un tiempo que no nos dejábamos ver por aquí. Después de varias semanas de importante trabajo administrativo de cara al curso que viene ¡Retomamos la actividad en el Blog!

Y para romper con este periodo de «sequia bloguera temporal» os dejamos una poesía de Loris Malaguzzi (Reggio Emilia) con la que nos identificamos al 100 % en nuestra escuela.

 

LOS CIEN LENGUAJES DEL NIÑO

El niño está hecho de cien.
El niño posee cien lenguas
cien manos, cien pensamientos
cien formas de pensar, de jugar y de hablar.

Cien siempre cien,

maneras de escuchar, de sorprender y de amar,
cien alegrías para cantar y entender
cien mundos para descubrir
cien mundos para inventar
cien mundos para soñar.

El niño tiene cien lenguajes
(y más de cien, cien, cien)
pero le roban noventa y nueve.

La escuela y la cultura
le separan la cabeza del cuerpo.

Le dicen que piense sin manos
que haga sin cabeza
que escuche y que no hable
que entienda sin alegrías
que ame y se maraville
sólo en Semana Santa y en Navidad.

Le dicen:
que descubra el mundo que ya existe
y de cien le roban noventa y nueve.

Le dicen
que el juego y el trabajo,
la realidad y la fantasía,
la ciencia y la imaginación,
el cielo y la tierra,
la razón y el sueño,
son cosas que no están juntas.

De hecho le dicen
que el cien no existe.

En cambio el niño dice:

¡EL CIEN SI EXISTE!